El mundo en rumbo de colisión es una conferencia ofrecida por el economista, ambientalista y político chileno[1]Manfred Max Neef en la Universidad Internacional de Andalucía (España). Allí se puede ver claramente el enfoque del autor hacia el desarrollo sustentable, su posición frente a la globalización y una propuesta alternativa al neoliberalismo económico que reina en los países ricos y pobres, el cual deja vacíos cada vez más grandes y que se aleja de las necesidades de los más desprotegidos.
Max Neef fue ganador en el año 1983 del Right Livelihood Award, considerado el premio nobel alternativo de economía, por su interés en la revitalización de comunidades pequeñas y medianas al impulsar autoconfianza y reforzar las raíces del pueblo.[2]
En octubre de 2009 la FAO (Organización De Las Naciones Unidas Para El Fomento De La Agricultura Y La Alimentación) manifestó que en el mundo había mil millones de personas con hambre y que para evitar esto, se necesitaba una inversión de treinta mil millones de dólares anuales. Al mismo tiempo, entidades monetarias internacionales invirtieron 180 mil millones de dólares para salvar bancos privados, a septiembre del año 2010, se había utilizado 17 trillones de dólares en el rescate de estas entidades privadas. La pregunta es: ¿De dónde salió ese dinero?
El autor plantea que con esos 17 trillones de dólares se habría evitado el hambre en el mundo por 600 años. Para explicarlo esta ruta elegida encuentra dos alternativas: la demagógica y la realista.
Si se hace un análisis desde la ley de la oferta y la demanda, en el mundo hay más demanda de pan que de cirugía estética, de medicamentos para curar la malaria que de vestidos de alta costura. Por ello, sugiere un referendo para preguntar a la gente si prefiere que las reservas se usen para salvar vidas o salvar bancos, “entonces se me acusará de ser demagógico”.
Si, por otro lado, se analiza qué es lo más urgente, necesario y conveniente para todos, impedir la quiebra de una aseguradora o un banco que dar de comer a los niños, curar el dengue o socorrer a las víctimas de un huracán “se me acusará de ser realista”
Estas dos alternativas se derivan de una gran realidad perturbadora: “En el mundo no hay suficiente para los que no tienen nada y siempre habrá recursos para quienes lo tienen todo”. El mundo en el que esto sucede tiene unas características con cuádruple convergencia:
- El crecimiento exponencial del cambio climático (afecta a todos los rincones del mundo).
- El fin de la energía barata.
- La disminución de los recursos fundamentales (naturales) para el ser humano.
- Una burbuja especulativa 50 veces más grande que la economía real de intercambio de bienes y servicios.
Estas características que posee el mundo actual se deben a:
- El paradigma económico dominante: El neoliberalismo. Este promueve el crecimiento económico a cualquier costo y estimula la codicia y la acumulación.
- El uso incontrolado de combustibles fósiles para facilitar el desarrollo del sistema económico.
- La promoción del consumismo, ofreciendo la felicidad como fin último.
- La destrucción de culturas tradicionales mediante la imposición de modelos económicos industriales. En este proceso se pierden lenguajes, cosmovisiones y valores que son diferentes a la cultura dominante: Homogeneización cultural por medio de lo económico.
- Desprecio por los límites planetarios: Disponibilidad de recursos, consumo, generación de desperdicios y capacidad de absorción de la tierra.
Lo expuesto anteriormente tiene unas consecuencias que acarrean peligros sin precedentes tanto para el medio ambiente, como para la sociedad:
µ El calentamiento global que desencadena en pérdida de suelos productivos, tempestades y huracanes, crecimiento de los niveles del mar, descertificación y problemas económicos, especialmente para las economías débiles.
µ El agotamiento de fósiles baratos, afectará industrias como las alimenticias y las textiles, entre otras. Así mismo, se verán implicados negativamente los sistemas urbanos y los bienes que usamos diariamente como el plástico y los automóviles. La disminución del agua apta para el consumo humano y la desaparición de los bosques, lo que a su vez puede llegar a terminar en la extinción del 50% de las especies.
Para cambiar esta ruta del mundo, que indiscutiblemente ya está mostrando sus efectos lesivos, Max Neef propone una solución:
µ Aceptar los límites de la tierra y cambiar las políticas de eficiencia por suficiencia y bienestar.
µ Cambiar de principios y dirigirlos hacia la Equidad. Si esto no se hace, más adelante no habrá forma de llegar a soluciones por la vía pacífica.
µ El reemplazo de los valores dominantes de codicia, acumulación y competencia por solidaridad, cooperación y compasión.
Estas soluciones requieren ante todo,
µ Alejar a la población de los principios del crecimiento económico a cualquier costo.
µ Que el mundo supere la codicia y la acumulación ya que estos no son vectores reales de bienestar.
µ Que se favorezca las economías locales y regionales.
El autor critica con gran fervor la tendencia económica del neoliberalismo, puesto que pretende solucionar problemas del siglo XXI con teorías y métodos del siglo XIX. Afirma que el neoliberalismo es casi una religión: es dogmático, simplista y genera miedo. El bienestar económico se constituye el fin último de este modelo, la salvación. Y lo más le sorprende es que en 3 décadas, esta tendencia que no es la más apropiada, logró conquistar el mundo entero.
Mitología que sustenta el Neoliberalismo:
- La globalización es el único camino efectivo hacia el desarrollo. Mientras que en los años 60 y 80’s América Latina mantenía el método de sustentación de importaciones, economía hacia adentro, el crecimiento económico llegó a ser elevado. Con la apertura económica en el periodo 80´s al 2000, la eliminación de barreras arancelarias y el cambio de política económica: economía hacia afuera, la economía mundial, especialmente las economías pobres, declinaron.
La globalización ha sido una imposición de los organismos internacionales, no hacerlo implica una violación a las normas del OMC y del FMI, por ejemplo.
- 2. Mayor integración a la economía global es buena para los pobres. La integración al mercado global está dirigida por organizaciones como la OMC y el FMI, los cuales imponen muchas restricciones. Se presenta una fractura entre los recursos humanos, las capacidades administrativas y el capital político frente a las necesidades urgentes: salud, educación e industrialización.
La integración a la economía global debe ser algo paulatino y no impuesto, esto aumenta la inequidad social: los países más ricos son cada vez más ricos, los países más pobres son cada vez más pobres. Así mismo funciona dentro de los sistemas locales.
- 3. Las ventajas comparativas son la mejor manera de asegurar la prosperidad. El autor plantea que la necesidad del comercio global es ineficiente en términos reales. Si bien los precios del producto de consumo pueden bajar al producir lo mismo en varios lugares del mundo (alta oferta). Los costos para la sociedad y el medio ambiente no disminuyen, al contrario, tiene un alto impacto negativo.
Cuando el capital tiene plena movilidad transnacional las ventajas son absolutas, no comparativas. En países que impliquen menores impuestos, menores salarios y menores exigencias ambientales, las utilidades serán mayores.
- 4. Más globalización significa más empleo. En el año 2000 la OIT indicó que en el mundo había 150 millones de desempleados, al mismo tiempo, había 1.000 millones de subempleados. Esto corresponde a un tercio de la fuerza de trabajo mundial.
Con las ventajas absolutas de la globalización la proliferación del outsoursingha tenido impacto negativo en los países de origen al generar desempleo, y en los países que reciben las grandes multinacionales también, ya que se genera alto subempleo.
- 5. La Organización Mundial del Comercio es una institución democrática y transparente. El autor difiere del aspecto democrático de la OMC en tanto que las decisiones económicas de un país ya no son de ese país, sino de este organismo. Estas decisiones de gran impacto, para el país y para su población, son tomadas a puerta cerrada y son inapelables. Al mismo tiempo que quienes lo conforman “son un grupo de extraños, externos, no electos”: Anónimos decidiendo lo mejor para un país.
La OMC exige a los países abolir o adaptar leyes que no estén de acuerdo a las necesidades del inversor extranjero. No tiene reglas ni legislación sobre el trabajo infantil y mucho menos laborales. Todas sus reglas se dirigen al favor de las grandes corporaciones.
La OMC es una institución con el propósito de facilitar que las corporaciones gobiernen el mundo. Los negocios de las grandes empresas se constituyen oficialmente como la economía nacional. En la medición del PIB se incluyen importaciones y exportaciones, movimientos económicos que hacen parte de la contabilidad nacional.
- 6. La globalización es inevitable. Hay un fundamentalismo generalizado que caracteriza a los defensores del sistema. Una afirmación de la globalización como único camino, es certificar la creencia en ella aún sin contemplar sus efectos nocivos en la economía mundial. “tratar de detener la globalización es como tratar de detener la rotación de la tierra”;“la globalización es irreversible e irresistible”; “Thereis no Alternative”.
El autor, sin embargo, afirma que sí hay alternativas, “Todo proceso originado en la política tiene cambio. La globalización es permitida por la renuncia sistemática de los países para controlar la economía en beneficio propio”.
Alternativas a la globalización
Max Neefpropone una alternativa a la globalización: relocalizar la economía hacia lo local. Diseñar nuevas reglas que acerquen el consumo al mercado: Economía a escala humana.
µ Mayor localización monetaria.
µ Producir local y regionalmente. Acercar el consumo al mercado local. Generar sustentabilidad para disminuir el impacto climático.
µ Reintroducir resguardos para las economías locales a través de tarifas y cuotas.
µ Generar competencia local. Evitar la creación de monopolios.
µ Generar impuestos ecológicos: Energía, polución y otros negativos. Así como dirigir los impuestos a lo local para fortalecer los municipios y crear públicos que fiscalicen lo que sucede con los dineros públicos.
El autor propone una nueva economía que sea coherente con las problemáticas del Siglo XXI. Esta nueva economía se compone de cinco postulados y un principio valórico fundamental.
- La economía está para servir a las personas, no las personas para servir a la economía.
- El desarrollo tiene que ver con personas y no con objetos.
- El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo y el desarrollo no precisa de crecimiento.
- Ninguna economía es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas.
- La economía es un subsistema de un sistema mayor que es finito: la biósfera. Por ello, el crecimiento permanente es imposible.
Principio valórico: Ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede ni debe estar sobre la reverencia por la vida.
Se debe abandonar el pensamiento de que la economía es un sistema cerrado que no depende de otros sistemas. Es errónea esta posición, pues la economía necesita de la naturaleza, de los ecosistemas, del clima, de la biodiversidad.
El cambio debe venir desde la sociedad civil, no hay un salvador. Se debe cambiar de paradigmas. El hombre debe ser coherente con sí mismo para lograr un cambio, por pequeño que sea, en la sociedad. Debe actuar y comportarse de acuerdo con lo que quiere y puede hacer. Debe eliminar la actitud derrotista: Cualquiera puede generar un cambio descomunal, sólo hay que provocar un click.
Vianny Castellanos
Comunicación social – Periodismo
051250252007